jueves, 2 de diciembre de 2010

"Lo importante ya no es el descenso, es el menor aumento..."

Leía hoy en un periódico, de esos que en nuestra facultad se reparten gratuitamente, una noticia  que destacaba por encima de las demás: "El paro sube en 24.318 personas en noviembre: es el menor aumento del mes en 12 años".
 Analizando más detenidamente el artículo, entre una maraña de cifras y porcentajes, observaba como a pesar de lo alarmante de todos esos datos, puede alguien buscarle denotación positiva a todos ellos, plasmándola posteriormente en la segunda parte del titular, mediante la comparación histórica.

¿De qué lenta normalización nos hablan?¿Somos futuros benefactores o víctimas ya de este problema?
No se si es generalizado o un pensamiento propio único, pero verdaderamente  me preocupa este tema, y el ver como en un futuro no muy lejano, el día de mi incorporación al mercado laboral ( tras una larga y dura preparación para ello) no encuentre nada ni nadie con un puesto de trabajo por el que tantos años me he esforzado antes.

Os dejo el link de la noticia, y pego un pequeño resumen de un artículo sobre el tema que leí y que me parece muy claro. No pretendo alarmar, solo compartir mi inquietud. Saludos!
 http://www.eleconomista.es/economia/noticias/2649668/12/10/El-paro-sube-en-24318-personas-en-noviembre-mejor-dato-del-mes-en-12-anos.html


 La D-generación
"Hay muchas maneras de denominarlos: los ni-ni, la generación perdida, la generación de la incertidumbre, los otros jóvenes... pero todos ellos forman parte de la D-generación. […] Paro (37,1%), temporalidad (45,9%), abandono escolar (31,7%), edad de emancipación (29 años)… Estamos en la cola de Europa en casi todo: trabajo, formación y emancipación. Únicamente nos situamos en el top de los primeros en el precio de la vivienda.
Algunos dejaron los estudios y entraron en el mercado laboral, atraídos por trabajos de baja cualificación y escaso valor añadido, pero que les permitían estar al día. Los demás han estudiado, estudiado y estudiado: carreras, posgrados, másteres… para salir al mercado laboral casi con 30 años y encontrarse con que todos estos años tienen poco valor.
Ahora, los primeros (los que dejaron los estudios o acabaron los obligatorios y se pusieron a trabajar) están siendo expulsados de todas partes. Han sido la cara más visible de la crisis: los primeros en verse barridos del mercado laboral, y gratis. […]
Los segundos (la generación mejor formada de nuestra historia) ven que la ecuación sobre la que han construido su realidad es errónea: esfuerzo más formación no es igual a éxito. Tardan más de un año en encontrar trabajo, y el que encuentran no tiene nada que ver con aquello a lo que aspiran" […]



                                                                           Fernando Carrizo Fernández

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